CACTUS
KITAMI, YOKO

-Así que regresaste, Somalico.
-Regresé porque los cactus me gustaron mucho.
-Si prometes cuidarlo bien, te regalo uno.
-¿De verdad?
-íOigan, miren todos! íMe regalaron un cactus! Lo llamaré... Cactusito. Sí, Cactusito. Y entre todos lo cuidaremos muy bien.
A Somalico le obsequian un cactus, pero no sabe cómo cuidarlo y casi acaba con él. Un día sueña que el señor cactus se despide de él para seguir con vida. Al despertar, Somalico corre angustiado con la mujer que le regaló la planta para que le diga qué cuidados debe darle para conservarla.