CINE, CINEASTA
NOTAS SOBRE LA IMAGEN ESCRITA
HANOUN, MARCEL
Al suprimir las palabras inútiles, al volverse casi blanca, la página se escribe. Al suprimir imágenes y sonidos, la película se construye, se descompone, sobre el blanco de la pantalla.
Marcel Hanoun
Túnez, 1929 - Créteil, 2012.
Cineasta en pie de guerra con la industria del cine comercial que adormece la conciencia de sí, esto es, de los propios poderes. Hace la guerra haciendo, de la cámara, un ojo sensible a los umbrales, los márgenes y las mareas. Actor, guionista y productor, esto es, creador integral. Aviador profesional con vocación de riesgo, así en el cielo como en la tierra. Creyó en el filme como una obra en perpetua e interminable construcción, compartida con un espectador activo. En la imagen como un gesto político, sin carné partidario ni pretensiones pedagógicas. Y en la palabra como otra forma del acto de mirar, preferiblemente hacia adentro, para interrogarnos quiénes somos y de qué seremos capaces.
Rodó en todos los soportes que estuvieron a su alcance, para indagar qué había del otro lado de un espejo. Dejó este puñado de Notas sobre la imagen escrita como preguntas a bordo de un tren, o dibujos al borde del mar. Creyó en la memoria como una red en la que atesorar dibujos o preguntas, puestos a salvo del vértigo de la velocidad y del avance lento e inflexible del agua.
Leer estas notas es recordar cuánto se puede tocar, demoler y reconstruir, sin extender las manos ni mover los pies, al abrir, y también al cerrar, los ojos.
Su reflexión a través de la escritura enriqueció su creación fílmica y lo acompañó en una trayectoria a la vez compleja y ascética, exigente.
En la década de los sesenta estuvo en España donde realizó una serie de significativos documentales hasta llegar a la importante e innovadora Octubre à Madrid (1967). Desde entonces, España fue para Hanoun un lugar para la amistad y acogió siempre en su casa, con cariño y generosidad, a los cineastas que desde nuestro país se acercaron para conocer de primera mano su magisterio. Y es esa generosidad suya, tan afable y sincera, la que lo convierte en una rara avis de la fauna cinematográfica.