EL DOLOR DEL PARTO
UNA NUEVA INTERPRETACIÓN DE LA FISIOLOGÍA Y LA FUNCIÓN DEL DOLOR
SCHMID, VERENA
La intención del presente estudio no es la de demonizar la analgesia farmacológica ni la de exaltar el dolor, sino la de llenar un vacío representado por una alternativa posible al parto con medicación y antifisiológico mediante analgesia natural, y una información exhaustiva que brinde la posibilidad de elegir, sopesando en la balanza de los valores y las necesidades personales los pros y los contras de cada opción. La definición del parto como «acontecimiento psicosexual» y los aspectos sexuales del parto estimulados por el dolor proponen una reconciliación entre maternidad y sexualidad que podría curar muchas antiguas heridas de las mujeres. Verena Schmid. - Leer que el parto «es un viaje interior e iniciático y que la apertura al niño durante el embarazo puede ser el recurso endógeno más importante y eficaz de la mujer para reducir y transformar el dolor del parto» es maravilloso. Es magistral la descripción que Verena Schmid hace de la psicología del parto y de cómo, cuando la mujer llega a ese punto de aceptación del dolor, de abandono, de dejarse ir, son tristemente muchos los profesionales que interpretan erróneamente las señales, y piensan que ese «no puedo más» tiene que ser respondido con intervenciones o cirugía. Como Psiquiatra Perinatal, quiero añadir que las reflexiones de la autora resultan especialmente válidas para los profesionales de la obstetricia y la matronería. Llevo años escuchando el dolor y la inquietud de muchos profesionales que atienden partos y que a menudo se sienten solos y abandonados con sus miedos y con las emociones tan intensas que el parto moviliza. Entender cómo los propios miedos pueden afectar a la parturienta y tener estrategias de afrontamiento propias debería ser asignatura obligada para todos aquellos que atienden partos. En este área, Verena Schmid es una maestra, y confío en que su texto sea leído por matronas y por obstetras. Verena Schmid plantea la preparación al parto como una educación hacia la libertad, al grado de libertad que cada mujer desee tener. Ojalá sea así, pues, como ella misma dice, «si las mujeres fuéramos conscientes de la inmensa fuerza que habita en nosotras, no solo cambiaríamos el escenario del nacimiento sino la sociedad entera». Ibone Olza.