EL HOMBRE DE AGUA
ROSATI, IVO
Alguien había dejado el grifo abierto. Pero el dueño de la casa nunca volvió; quién sabe dónde había ido a parar. Cuentan que quizá se hubiera marchado a las islas Fiyi, o que tal vez saliera en busca de fortuna hasta las minas de oro azul, allá por África. Al final, sucedió que el agua, de tanto acumularse, rebosar y desparramarse por todas partes, hizo nacer un hombre: un hombre alto, azul, transparente y cristalino. Un hombre de agua.
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Fresco y generoso como el ser acuático que lo protagoniza, este relato sensible y poético ensalza el valor de la diferencia y calma la sed de palabras, emociones y sensaciones de los lectores. Cuenta que quienes vieron al hombre de agua le confundieron con un charco, una fuente. Otros se asustaron. Hubo incluso
quien llamó a la policía. Y aún perseguido, el hombre de agua dejaba un rastro de bien a su paso. Pero esta historia, ¿ocurrió de verdad o es una leyenda?