EL LIBRO DE CIUDADANO KANE
KAEL, PAULINE
Durante los treinta años que siguieron a su producción, los historiadores, críticos y espectadores de cine aceptaron sin vacilar que Ciudadano Kane tenía un autor reconocido, llamado Orson Welles, como director, coguionista y prin¬cipal intérprete. Las dudas comenzaron en 1971, cuando Pauline Kael, una de las plumas más lúcidas de la crítica de cine, publicó en The New Yorker una investigación que se hizo legendaria: la de la verdadera autoría creativa de Ciudadano Kane. Lo tituló Raising Kane. Cincuenta mil palabras de erudición cinematográfica llevada a las masas: un ejemplo de texto de brillante escritura que convirtió los datos de sus exhaustivas indagaciones, insufribles para el lector medio, en un apasionante ensayo cinematográfico. Para elaborar su ensayo, Pauline Kael analizó los costados de su tema: no solo el cine sino también el periodismo, el teatro y las finanzas de la década de los treinta. Su texto subraya el aporte escasamente conocido de Herman Mankiewicz, cuestiona algunos rasgos de Orson Welles y hace desfilar a Ben Hecht, a Louis B. Mayer, a la RKO, al código de producción, en una cabalgata erudita, pintoresca, humorística, a veces sórdida. La te¬sis de Kael despertó una enorme polémica, donde salieron a relucir los antecedentes de Mankiewicz (que había fallecido en 1953) y la carrera posterior de Welles, que nunca logró igualar el nivel de su debut.
La historia del cine no podrá ya escribirse sin Raising Kane. Para mejorar su recuerdo y su análisis, este libro aporta dos contribuciones mayores. Una es la transcripción del guión, tal como fuera escrito por Herman J. Mankiewicz y Orson Welles, que recibieron el Oscar de su categoría en los premios de la Academia de Hollywood. La otra contribución son tres valiosos ensayos firmados por Jonathan Rosenbaum (Me lo perdí en el cine), David Thomson (Manual de instrucciones) y Roger Ebert (Con¬ceptos básicos de Ciudadano Kane) .