EL NIÑO QUE
JUAN BERRIO
Es una novela gráfica que habla de una época y unas costumbres, las de un verano de los años setenta, que pone especial atención en cómo el ingenio y la imaginación pueden ser más poderosos que la fantasía heredada y mil veces repetida. Luis no consigue entender lo fantástico, lo que cuentan los cuentos infantiles, los tebeos de superhéroes y las historias religiosas y, sin embargo, disfruta con cosas corrientes como la relación entre objetos y situaciones aparentemente dispares (el orden de las cosas, los parecidos y diferencias, las paradojas, las repeticiones...) o simplemente disfruta mirando los libros del revés. Pequeñas aventuras en las que se habla de fantasía, imaginación e ingenio.