EL PAPEL PINTADO AMARILLO
PERKINS GILMAN, CHARLOTTE
«En mi vida he visto un papel más feo. [...] ¡No es de extrañar que los niños lo odiaran! Yo misma lo odiaría si tuviera que vivir en esta habitación mucho tiempo.»
Charlotte Perkins Gilman, El papel pintado amarillo
En 1885, un año después de haberse casado con Charles Walter Stetson, Charlotte Perkins Gilman dio a luz a su hija, Katharine, y al poco tiempo entró en una profunda depresión. El doctor Silas Weir Mitchell, un reputado neurólogo a quien había acudido en busca de ayuda, le diagnosticó agotamiento de los nervios y le prescribió una cura de descanso, un controvertido tratamiento en el que era pionero. «Vive una vida tan hogareña como te sea posible, realiza no más de dos horas de actividad intelectual al día y no toques nunca más una pluma, un pincel o un lapicero»: estas fueron las instrucciones que le dio el médico a la autora. Durante unos meses siguió estos consejos, pero su depresión se agravó, y, según sus propias palabras, se acercó tanto a la frontera de la profunda ruina mental que llegó a vislumbrar el otro lado. Solo haciendo caso omiso de los consejos del médico y volviendo al trabajo logró recuperarse de su depresión. Esta experiencia la marcó hasta tal punto que en 1890 escribió El papel pintado amarillo, un estremecedor relato que constituye una demoledora crítica al tratamiento prescrito por el doctor Mitchell.
Charlotte Perkins Gilman nació el 3 de julio de 1860 en Hartford (Connecticut). Siendo niña, su padre abandonó a la familia. Debido a que su madre era incapaz de mantenerlos, los Perkins se criaron con unas tías, entre ellas Harriet Beecher Stowe, la autora de La cabaña del tío Tom. A la edad de dieciocho años, Charlotte ingresó en la escuela de diseño de Rhode Island. En 1885, un año después de casarse con el pintor Charles Walter Stetson, tuvo una hija, Katharine, y al poco tiempo se hundió en una profunda depresión. Pasados unos meses, Charlotte decidió abandonar el tratamiento y se separó de su marido, algo insólito en la época. Tras la separación se marchó a vivir con su hija a California, donde participó activamente en varias organizaciones feministas y reformistas. En 1900 se casó con su primo Houghton Gilman, con quien tuvo otro hijo, Yadir. De 1909 a 1916 dirigió una revista feminista, The Forerunner. Enferma de un cáncer de mama incurable que se le había diagnosticado en 1932, se suicidó el 17 de agosto de 1935. Entre sus obras podemos citar, además de El papel pintado amarillo, el ensayo Mujeres y economía, donde ataca la división tradicional de roles sociales y analiza el tema de la opresión de la mujer en el hogar, y la novela De ellas. Un mundo femenino, en la que dibuja una sociedad utópica hecha a la medida de las mujeres.
En 1885, un año después de haberse casado con Charles Walter Stetson, Charlotte Perkins Gilman dio a luz a su hija, Katharine, y al poco tiempo entró en una profunda depresión. El doctor Silas Weir Mitchell, un reputado neurólogo a quien había acudido en busca de ayuda, le diagnosticó agotamiento de los nervios y le prescribió una cura de descanso, un controvertido tratamiento en el que era pionero. «Vive una vida tan hogareña como te sea posible, realiza no más de dos horas de actividad intelectual al día y no toques nunca más una pluma, un pincel o un lapicero»: estas fueron las instrucciones que le dio el médico a la autora. Durante unos meses siguió estos consejos, pero su depresión se agravó, y, según sus propias palabras, se acercó tanto a la frontera de la profunda ruina mental que llegó a vislumbrar el otro lado. Solo haciendo caso omiso de los consejos del médico y volviendo al trabajo logró recuperarse de su depresión. Esta experiencia la marcó hasta tal punto que en 1890 escribió "El papel pintado amarillo", un estremecedor relato que constituye una demoledora crítica al tratamiento prescrito por el doctor Mitchell.