EXIT 50 DESASTRES
VV. AA.
La revista EXIT, referente internacional en el campo de la fotografía, llega a su número 50 analizando la mirada de los fotógrafos sobre algunos desastres contemporáneos.
Chernobil, Fukushima, Detroit, Prestige, Hiroshima, Líbano, Palestina... son tan sólo unos cuantos nombres propios de un desastre ya universal. Un desastre sucedido en lugares concretos que permanecen alojados en nuestra memoria reciente como agujeros negros donde la destrucción y el progreso del ser humano se confunden sugerentemente. Ahora bien, ¿cuáles son las razones de la irreprimible atracción del hombre hacia estas imágenes? ¿Bajo qué condiciones la visión de la destrucción puede ser considerada arte? ¿Existe acaso algo en nuestra sociedad que no pueda ser considerado una ruina en potencia?
Esta y otras cuestiones se dan cita en el número 50 de EXIT, en el que se analiza el desastre como una categoría estética que trasciende tiempos y espacios y se relaciona directamente con esa mirada perversa, tan característica del ser humano, en la que el horror no evita que nos sintamos atraídos por la belleza de esas imágenes.
A través de cinco temas (naturaleza, decadencia, accidente, progreso y guerra), EXIT #50 plantea una tentativa de clasificación tipológica que sustituye al tradicional análisis estilístico o histórico artístico de la ruina que sucede al desastre. Los límites de dicho catálogo aparecen planteados como esbozos, pues como escribe Brian Dillon, "Las ruinas son estructuras o espacios donde pasado, presente y futuro involucionan espectacularmente; lugares donde el tiempo, el hecho y el recuerdo se confabulan para producir algo que bien puede resultar bello (o kitsch) pero que en esencia viene a expresar un caos revelador".