¡HUY! POR QUÉ TODO EL MUNDO DEBE A TODO EL MUNDO Y NADIE PUEDE PAGAR
LANCHESTER, JOHN
Sinopsis
John Lanchester ya es conocido del público lector español gracias a varias novelas publicadas por Anagrama que han merecido excelente acogida de la crítica especializada, entre ellas El puerto de los aromas, en la cual se presenta la colonia de Hong Kong, auténtica coprotagonista de la obra, como «fascinante y a ratos inquietante laboratorio concentrado del capitalismo moderno» (Mercedes Monmany, ABC). Precisamente con un recuerdo de niñez en Hong Kong, relativo a los primeros cajeros automáticos, comienza Lanchester este libro en el que describe, para el lector no especializado, la crisis económica mundial del capitalismo del final de esta primera década del siglo XXI. Con gran conocimiento del tema, soltura estilística propia del escritor que es y ácida ironía, entre burlona y acusadora, nos va explicando cómo funcionó esta economía de la pura especulación, que hacía circular en el comercio de sofisticados instrumentos financieros cantidades de dinero varias veces superiores a la suma de los PIB reales de todos los países del planeta. Así, entre interesantes toques sociológicos de la degradación urbana de Baltimore causada por las ejecuciones hipotecarias a las que llevó la desenfrenada política financiera de las hipotecas subprime o «basura», se describe en qué consisten los swaps, los VaR, las obligaciones de deuda colateralizadas y demás instrumentos financieros.
Biografía del autor
John Lanchester (Hamburgo, 1962) creció en Calcuta, Rangún, Brunéi y Hong Kong y se educó en Oxford. Anagrama ha publicado sus novelas En deuda con el placer, El señor Phillips, El puerto de los aromas (Premi Llibreter) y Novela familiar.
Aunque el autor es conocido del público lector español gracias a varias novelas, en este libro describe, para el lector no especializado, la crisis económica mundial del capitalismo del final de esta primera década del siglo XXI. Con gran conocimiento del tema, soltura estilística y ácida ironía, nos va explicando cómo funcionó esta economía de la pura especulación. Es interesante el papel que tuvieron en la crisis los cálculos demencialmente equivocados que los matemáticos financieros realizaron acerca del riesgo. Otro factor primordial de la crisis fue la dejación de la función reguladora por parte de las instituciones oficiales que representan los intereses de los contribuyentes, quienes serán los que pagarán la factura del desastre. Finalmente, encontramos la apelación económica y ética a la idea de respetar el concepto de «suficiente» y de poner los límites al afán de posesión para construir una economía sostenible y satisfactoria para la humanidad en su conjunto. «Coged un ejemplar de este libro: el buen humor y la grata compañía os esperan a lo largo de la lectura» (The New York Times); «Comprensible para el lector sin conocimientos de especialista y, por encima de todo, devastadoramente divertido» (Will Self). «Un libro impactante» (Joaquín Estefanía, El País). «Para los muchos lectores de las novelas de John Lanchester, especialmente para los que hayan paseado por El puerto de los aromas ?Premi Llibreter hace unos años?, no constituirá una sorpresa que el escritor haya decidido adentrarse mediante un ensayo en el complejo universo de espíritus animales, desregulaciones, sofisticadas matemáticas y gigantes asiáticos que ha desencadenado la actual crisis económica mundial. Después de todo, el recorrido histórico que realizaba en El puerto de los aromas por Hong Kong ya funcionaba como una gran metáfora de la evolución del capitalismo? El autor, nacido en Hamburgo, creció en la entonces colonia británica de Hong Kong, donde su padre era un empleado del hoy gigantesco HSBC. ?Imperaba la más desenfrenada economía de libre mercado. No había reglas ni impuestos, ni Estado del bienestar ni garantías de atención sanitaria o escolar??En las últimas décadas, dice, el funcionamiento desenfrenado y desregulado de la colonia se ha convertido en la normalidad del mundo, que se ha hongkonizado. La caída del Muro de Berlín fue el disparo de salida para que el sector financiero ?empezara a premiarse con una parte desproporcionada del pastel económico?, hasta cifras nunca imaginadas?Lanchester dedica el libro a intentar explicarse y explicarnos qué ha pasado desde entonces y hasta el estallido de hace dos años. Y se sumerge como pocos en el mundo de los derivados financieros?Aborda también la ideología que ha guiado este camino, desde Alan Greenspan, alumno de Ayn Rand, a Margaret Thatcher o Bush, todos partidarios de un capitalismo de propietarios que ha tenido efectos en la burbuja inmobiliaria de EE.UU? Para Lanchester las décadas de capitalismo desregulado deben tocar ya su fin: que las finanzas sirvan a la sociedad en vez de saquearla» (Justo Barranco, La Vanguardia - Dinero). «¡Huy! recoge datos vertiginosos?Lo que se propone Lanchester en esta obra es algo tan necesario como enrevesado: explicar a los profanos las causas de la crisis. Debo decir que su empeño se ve coronado por el éxito. Incluso yo, que soy refractario a la ciencia económica, he acabado familiarizándome con los swaps, los CDO y demás productos de la ingeniería financiera. Leer acerca de productos tan tóxicos puede parecer una opción truculenta, como lo era leer las biografías de los asesinos de la mafia. Pero leer ¡Huy! me parece ahora prioritario. Porque ayuda a hacerse una idea de la realidad y debería reforzar nuestra cultura cívica e impulsarnos a presionar a los gobiernos para que corrijan la desregulación financiera. Lo que cuenta Lanchester da miedo» (Llàtzer Moix, La Vanguardia). «El autor de novelas de éxito narra el origen y las consecuencias del caos financiero con claridad formal y rigor económico?Con ¡Huy! el autor ha demostrado que es capaz de simplificar lo complejo sin recurrir al maniqueísmo ni la síntesis exagerada. El secreto radica en buscar referentes cotidianos para explicar situaciones que en principio parecen inescrutables. Por ejemplo, para describir qué ocurrió con los créditos basura (o subprime) no es preciso estudiar macroeconomía, ni siquiera contabilidad, basta con explicar, por ejemplo, cómo un caradura logra recuperar sus bienes cuando los subasta el juzgado a pesar de que él sigue sin abonar las amortizaciones al banco y no paga a ninguno de sus acreedores» (Félix Soria, La Voz de Galicia). «Lanchester demuestra su capacidad ensayística en este divertido relato de la crisis. Aunque ha abundado la literatura sobre el tema en los últimos tiempos, el enfoque de Lanchester destaca por su amenidad y acidez (Diari de Terrassa). «Con grande conocimiento del tema, soltura estilística e acida ironía, explica como funciona esta economía de la pura especulación» (Diari de Girona).