KORDA
CONOCIDO DESCONOCIDO
KORDA, ALBERTO
Guerrillero heroico fue la fotografía que sentó la bases de la fama de Alberto Korda. En ella un revolucionario en Cuba, conocido luego como el Che, sería inmortalizado en 1960. La imagen era de Ernesto Guevara, el compañero de Fidel Castro en la gesta de la revolución cubana.
Hoy un libro, Korda, conocido, desconocido, vuelve sobre la figura del fotógrafo cubano, y reúne 437 imágenes inéditas de su vida y su trabajo.
El libro editado por La Fábrica también tiene la última entrevista cedida por Korda en 2001, en donde recuerda los años de trabajo en Studios Korda de La Habana, así como un puñado de imágenes y negativos que fueron confiscados de su estudio en 1968.
Lo interesante del libro es que las imágenes recogen facetas desconocidas de Korda, que se dividen en estas secciones: Studios Korda, Los líderes, El pueblo, La mujer y El mar
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Alberto Díaz Gutiérrez, Korda, (La Habana, 1928 - París, 2001) gozó en vida de los mayores y más internacionales reconocimientos como fotógrafo del llamado período «épico» de la Revolución cubana. Fama ganada, en particular, por la reproducción mundial de su fotografía del Che que por casi 50 años ha sido asumida como emblema del humanismo revolucionario mundial.
En 1998, en vida de Korda, y con motivo de una exposición de su obra en La Beneficencia de Valencia, España, escribí:
«Por casi diez años Alberto hizo, desde su óptica, el «retrato» de la Revolución; a la par que Studios Korda seguía su curso y crecían sus archivos con nueva publicidad, modelos y personalidades de toda procedencia.
Las imágenes que de la labor de Studios Korda durante 12 años conocemos hoy son sólo aquellas que pudieron ser rescatadas luego de la intervención de la propiedad por las autoridades revolucionarias el 14 de marzo de 1968, lo que implicó la pérdida, hasta hoy, de la mayor parte de sus archivos.
Algunas impresiones originales, fotocopias a partir de publicaciones de época, fotos en colecciones privadas o manos amigas, y por supuesto, los negativos correspondientes a su trabajo junto a Fidel y el Che, son los tesoros gráficos de su obra que hoy se conservan y que, en cifra tentativa, pudieran representar tan sólo el 20 % de los archivos totales. Lamentable capítulo en la historia cubana... y no sólo para la fotografía.
»A todas luces es ya imposible una mirada retrospectiva del trabajo de Alberto Korda. No podrá ser hecha una revisión integral de sus más de 40 años de fotógrafo. En cambio, lo disponible, merece todo esfuerzo para revalorizar una obra que es, en su totalidad, un importante legado de altísimo valor artístico e histórico. Todavía está por emprenderse el estudio más detenido de ese 20% de imágenes disponibles y darlas a conocer bajo una cuidadosa investigación y novedosa curaduría que las haga dialogar en un sentido más amplio y sin jerarquías extra-artísticas. Sólo entonces liberaremos a Korda del «peso» histórico de una sola foto».
Coincidencias históricas han hecho posible que 10 años después de este modesto texto, me sea posible pagar una deuda de gratitud a un amigo, a un gran artista y a la historia de la fotografía cubana, pues pude, por primera vez, revisar con ojos críticos y con perspectiva histórica, los más de 50 000 negativos atesorados en el Archivo Histórico del Consejo de Estado de Cuba los archivos que se guardaban en los Studios Korda como «archivos de la Revolución»- ; así como consultar sus archivos personales, epistolario familiar, hacer entrevistas y, sobre todo, distanciarme lo suficiente del «fotógrafo» para adentrarme en «el hombre».
Encontré en este proceso de investigación a un Korda «conocido» pero «desconocido», a pesar de los 23 años que disfruté de su cercanía y de los múltiples proyectos en conjunto. Korda conocido desconocido es el resultado de esa pesquisa donde una y otra vez me peguntaba: ¿Cómo era realmente su estudio de La Habana donde hizo las fotos de moda y publicidad entre 1954 y 1968? ¿Cómo era el líder de la Revolución que fotografió en la intimidad y que nunca imprimió o expuso? ¿Dónde estaba el «pueblo» que apoyó a la Revolución y que muy pocas veces incluyó en su selección de imágenes para libros o exposiciones?
¿Hubo otras modelos, más allá de Norka? ¿Dónde las encontró cuando la moda y la publicidad se acabaron en la Cuba socialista a mediados de los años sesenta? ¿Fue el mar un tema recurrente en su obra, o fue el refugio encontrado luego de la intervención de su estudio en 1968 y el cese de sus funciones como fotógrafo acompañante de líder de la Revolución? Esta exposición trata de dar respuesta a esas preguntas.
Korda conocido desconocido recorre esa historia y excluye intencionalmente las imágenes harto conocidas que se han convertido en lugares comunes al hablar de su obra. Por el contrario, rescata decenas de fotogramas inéditos que vistos con nuestra óptica contemporánea ponen en evidencia que Korda se nutrió de lo mejor de la fotografía de su época, adicionándole la peculiaridad de su contexto y la ética del tiempo histórico que le tocó vivir.
Cristina Vives, curadora
La Habana, octubre 2007