LA CLASE CREATIVA : LA TRANSFORMACIÓN DE LA CULTURA DEL TRABAJO Y EL OCIO EN EL SIGLO XXI

Richard Florida es actualmente uno de los principales gurús del desarrollo económico y urbano, cuyas teorías acerca de la evolución de las sociedades inspiran a algunos de los líderes políticos del momento. La clase creativa supone un fiel reflejo de los mecanismos que el profesor Florida considera que configurarán las cambiantes estructuras sociales del siglo XXI. Bajo esta perspectiva, la influencia cultural, laboral y económica de lo que el autor denomina “clase creativa” resultará determinante para el éxito de las sociedades futuras.

En el periodo comprendido entre la década de 1950 y el momento actual se ha consolidado una nueva fuerza impulsora del cambio: la creatividad humana. Nunca antes se había valorado, cultivado y potenciado tanto como en los últimos años, a pesar de que para el autor es éste el atributo natural que distingue a los seres humanos del resto de las especies. Todos los grandes cambios de nuestra era se han visto impulsados por un auge en la creatividad humana sin precedentes, por lo que la clase creativa desempeña un papel fundamental en nuestros días. Así, sus valores, forma de administrar el tiempo libre, estructura familiar y estilo de vida son presentados de modo analítico, pero didáctico, por el profesor Florida en la primera parte de la obra, a modo de necesaria introducción a sus teorías sociales.

A continuación, el trabajo, la vida y el tiempo libre y la comunidad creativa suponen los otros tres grandes ejes de la obra. Gracias al pormenorizado estudio de dichos ámbitos el autor trata de identificar los efectos del impulso provocado por la creatividad, los que ya son perceptibles y los que aún se hallan latentes. El resultado es una obra repleta de ideas, de conceptos innovadores y de propuestas para gestionar esa fuerza creadora entendida como mucho más que el surgimiento de nuevos y extraordinarios productos y empresas. La clase creativa sitúa a las personas y su dimensión más humana en un primer plano y entiende que la creatividad constituye un bien común, como la libertad o la seguridad. Gestionarla de modo eficiente supone para el profesor Florida uno de los principales retos que nos brinda el siglo XXI.