LA GRAN CAZA DEL TIBURÓN
THOMPSON, HUNTER S.
La recopilación en un volumen (del que ofrecemos una antología) de los «papeles gonzos», o sea, los reportajes más famosos de Hunter S. Thompson durante los años sesenta y setenta, constituyó un extraordinario acontecimiento editorial en los Estados Unidos. No en vano el Dr. Thompson, como gustaba sardónicamente autotitularse, es una auténtica leyenda del underground norteamericano (incluso se rodó una película sobre su desorbitada vida: Cuando el búfalo muge) y el escritor que disputó a Tom Wolfe el liderazgo del Nuevo Periodismo. Hunter S. Thompson puso en circulación, y llevó fervorosamente a la práctica, el concepto de «periodismo gonzo»: aquel en que el reportero pasa de mero espectador a participante y desencadenante de la acción. Un espléndido ejemplo lo constituye el desmadrado reportaje «La gran caza del tiburón»: un encargo de Playboy, teóricamente para «cubrir» un torneo de pesca en alta mar frente a las costas de Yucatán. En otros textos de este volumen, el periodista gonzo enfoca su ojo salvaje en figuras como Hemingway o Marlon Brando, investiga en el problema chicano al rojo vivo (las provocaciones, los tumultos, los «cerdos» ?los policías, claro? en acción y las muertes accidentales de los líderes chicanos), organiza una alternativa de «poder freak» en Aspen, un pueblo de Colorado en el que Hunter S. Thompson, el drogota recalcitrante, estaba hibernando hasta que decidió presentarse para sheriff, proponiendo un programa muy especial... «Lejos de mí la idea de recomendar al lector drogas, alcohol, violencia y demencia. Pero debo confesar que, sin todo esto, yo no sería nada» (Hunter S. Thompson).
La recopilación en un volumen (del que ofrecemos una antología) de los reportajes más famosos de Hunter S. Thompson fue un acontecimiento editorial en los Estados Unidos. El autor puso en circulación el concepto de «periodismo gonzo»: aquel en que el reportero pasa de mero espectador a desencadenante de la acción. Un espléndido ejemplo es el desmadrado reportaje «La gran caza del tiburón», un encargo de Playboy, teóricamente para «cubrir» un torneo de pesca en alta mar frente a las costas de Yucatán. En otros textos de este volumen, el periodista gonzo enfoca su ojo salvaje en figuras como Hemingway o Marlon Brando, organiza una alternativa de «poder freak» en Aspen, etc.
«Lejos de mí la idea de recomendar al lector drogas, alcohol, violencia y demencia. Pero debo confesar que, sin todo esto, yo no sería nada» (Hunter S. Thompson).