LA MUERTE DE BUNNY MUNRO
NICK CAVE
Bunny Munro vende productos de belleza y el azaroso perfume de la lujuria a las solitarias damas de la costa meridional inglesa. Viéndose a la deriva tras el suicidio de su mujer, se lía la manta a la cabeza y sale por última vez a la carretera con su hijo de nueve años a cuestas. Mientras el adulto farolea de puerta en puerta despachando su mercancía y tratando de complacer un apetito inagotable, el niño aguarda en el coche conversando con el espectro de su madre y contemplando la progresiva autodemolición de su padre.
Acosado por maridos celosos, por su apremiante lascivia y por una hormigonera granate; consternado por los fantasmagóricos reproches de la fallecida esposa (que blande frente a él su «dedo calumnioso») y por un asesino en serie disfrazado de Satanás, Bunny Munro es un hombre hundido que zigzaguea por la vida comiéndose el mundo y masturbándose con lastimosa ferocidad. Bunny Munro es un mequetrefe y su hijo empieza a adivinarlo. «Huye épicamente del amor y la intimidad», nos aclara Nick Cave. Además va a morir, y lo presiente. He aquí un relato de humor lacerante, una comedia antiheroica que hiela la sangre y la risa, una amargura contada con agudeza, rabia y estilo.