LOS SIMPSON Y LA FILOSOFÍA
CÓMO ENTENDER EL MUNDO GRACIAS A HOMER Y COMPAÑÍA
IRWIN, WILLIAM / CONARD, MARK T. / SKOBLE, AEON J.
Los Simpson y la filosofía comienza con un ensayo de Raja Halwani dedicado a rescatar, filosóficamente, lo que Homer tiene de admirable, y el punto de partida para esta empresa imposible es Aristóteles, ni más ni menos. Los hombres fallan a la hora de discernir en la vida qué es el bien; esta idea aristotélica consuena con esta idea homérica, de Homer Simpson: Yo no puedo vivir esta vida de mierda que llevas tú. Lo quiero todo, las terroríficas partes bajas, las cimas mareantes, las partes cremosas de en medio. La interesantísima radiografía filosófica de Homer que hace Halwani viene salpicada con diálogos y situaciones que hacen ver al lector lo que ya había notado al ver Los Simpson en la televisión: que Homer, fuera de algunos momentos de intensa vitalidad, casi todos asociados con la cerveza Duff, no tiene nada de admirable. Brindo por el alcohol, que es la causa y la solución de todos los problemas de la vida, dice Homer en un momento festivo, con una jarra de cerveza en la mano, y unos capítulos más tarde se sincera con Marge, su esposa: Mira Marge, siento mucho no haber sido mejor esposo; estoy arrepentido del día en que intenté hacer salsa en la bañera y de la vez en que le puse cera al coche con tu vestido de novia
Digamos que te pido perdón por todo nuestro matrimonio hasta el día de hoy.
El libro se divide en cuatro grandes secciones: personajes, temas simpsonianos, la ética de los Simpson y los Simpson y los filósofos. El resultado, como suele suceder en los libros de varios autores, es desigual y ligeramente repetitivo; sin embargo, su lectura puede ser muy instructiva para los millones de forofos de esta serie que desde 1989 presenta una visión de la sociedad en dibujos que se parece bastante a la realidad de la familia occidental; en sus episodios, además de la lúcida disección que se hace del zoo humano, se tratan temas muy serios como la inmigración, los derechos de los homosexuales, la energía nuclear, la polución, y todo teñido de una sátira política que al final, como sucede casi siempre en los ambientes de Hollywood, resulta ser más demócrata que republicana.