LOS ÚLTIMOS ESPAÑOLES SIN PATRIA (Y SIN LIBERTAD)
(Y SIN LIBERTAD)
EGUIGUREN IMAZ, JESÚS
Quienes conocemos y amamos el País Vasco sabemos lo que significa mantener el compromiso político sin abandonar ni desfallecer. Luchar en contra del terrorismo, defender la democracia, ser autonomista, constitucionales e, incluso, federalista, no sale gratis en Euskadi. Las reflexiones, teorías e interpretaciones que se suceden a lo largo del texto no son especulaciones en el vacío o disquisiciones de erudito encerrado en su despacho, sino elaboraciones teóricas condicionadas y vinculadas directamente al compromiso político practicado sobre el terreno, donde el contraste con la realidad a veces parece confirmarlas y otras veces desmentirlas. Se podrá estar o no de acuerdo, pero no cabe ninguna duda de que obedecen a unas convicciones muy profundas y al deseo de que tengan una utilidad práctica. El que la herida abierta de la democracia española pueda ir sanando exige un esfuerzo por hacer el diagnóstico más adecuado. Para ello es necesario disponer sin miedo de libertad de expresión y pensamiento. Dispuesto siempre y sin condiciones a no ejercer ni apoyar el terror, y si fuese necesario y el pueblo lo decide a abrir la Constitución, esperando sólo que más pronto que tarde no haya ni un solo español sin patria, sin paz y sin libertad.