MEMORIA DE GEORGES EL AMARGADO
MIRBEAU, OCTAVE
Traducción de Lluís Maria Todó
Escrita en plena efervescencia del célebre affaire Dreyfus, esta Memoria de Georges el amargado es una fábula políticamente incorrecta dotada de un humor negrísimo, donde se mezclan el crimen, los deseos carnales insatisfechos y las eternas preguntas sobre el incierto destino del hombre.
Conoced a Georges L., el héroe de esta nouvelle: no es más que un cajero parisino, de espíritu contemplativo, aparentemente desprovisto de personalidad y condenado a llevar una existencia larvaria. Obsesionado con la abrumadora estupidez y la inmensa fealdad de la raza humana, una sola cosa le mantiene vivo: el odio que siente hacia su esposa, una mujer seca y siniestra cuyo único objetivo es hacerle la vida imposible. Pero Georges tiene una despiadada capacidad para recluirse en sí mismo y para huir de la depravación social que le rodea, y eso le salvará de su propia destrucción.
Octave Mirbeau nació en Trévières, pequeña ciudad de Normandía, en 1848. Comenzó su vida creativa ejerciendo de periodista para los bonapartistas y como negro literario.
Su primera novela «propia» es Le calvaire (1886), que narra de modo explícito la pasión desatada del narrador por una mujer llamada Juliette, trasunto de un amor real del autor. En 1888 publica LAbbé Jules, que es, de hecho, la primera novela dostoievskiana y prefreudiana de la literatura francesa. En Sébastien Roch (1890), Mirbeau narró sus traumáticas experiencias como estudiante en un internado jesuita en Vannes. La novela se convirtió en un pequeño succès de scandale al incluir escenas de violaciones de adolescentes por parte de sacerdotes. Poco después de que se desencadenara el caso Dreyfus, Mirbeau acentuó su pesimismo y publicó varias novelas juzgadas «escandalosas» por los Tartufos y los bienpensantes franceses, pero que tuvieron gran éxito de ventas en todo el mundo: Memoria de Georges el amargado (1899), El jardín de los suplicios (1899), Diario de una camarera (1900), y Las veintiuna jornadas de un neurasténico (1901). Ya en ellas pone en jaque el género novelesco, practicando la técnica del collage y transgrediendo los códigos de la verosimilitud, de la credibilidad novelesca y de las conveniencias hipócritas. En sus dos últimas novelas La 628-E8 (1907) y Dingo (1913) se apartó si cabe de un modo más claro de la narración de tipo realista, haciendo protagonista de las mismas, respectivamente, a su coche y a su perro. Anticlericalista radical, pacifista y antimilitarista, su obra ha sido traducida a más de treinta idiomas. Muere en París en 1917, y sus restos se conservan en el Cementerio de Passy.
Conoced a Georges L., el héroe de esta nouvelle: no es más que un cajero parisino, de espíritu contemplativo, aparentemente desprovisto de personalidad y condenado a llevar una existencia larvaria. Obsesionado con la abrumadora estupidez y la inmensa fealdad de la raza humana, una sola cosa le mantiene vivo: el odio que siente hacia su esposa, una mujer seca y siniestra cuyo único objetivo es hacerle la vida imposible. Pero Georges tiene una despiadada capacidad para recluirse en sí mismo y para huir de la depravación social que le rodea, y eso le salvará de su propia destrucción.
Escrita en plena efervescencia del célebre affaire Dreyfus, esta Memoria de Georges el amargado es una fábula políticamente incorrecta dotada de un humor negrísimo, donde se mezclan el crimen, los deseos carnales insatisfechos y las eternas preguntas sobre el incierto destino del hombre.