MI TÍO OSWALD
DAHL, ROALD
Si Roald Dahl era muy políticamente incorrecto cuando escribía para niños, os podréis hacer una idea de que cuando escribía para adultos lo era aún más. No le tenía miedo a tratar ningún tema y en todos ellos usaba ese humor ácido que le caracterizaba y le hacía tan especial.
Mi tío Oswald es la historia de Oswald Hendryks Cornelius, connaisseur, bon vivant, coleccionista de arañas, escorpiones y bastones, amante de la ópera, experto en porcelana china, seductor, y casi sin duda el mayor fornicador de todos los tiempos, o una parte de ella, en la que se cuenta cómo llegó a ser rico y a alcanzar el tren de vida que lleva.
[fuente: cuandomatildasehagamayor.blogspot.com/ ]
Este libro recoge una época particularmente desenfrenada de la vida del legendario tío Oswald, millonario, esteta, bon vivant y un donjuán infatigable, cuya vida amatoria deja en pañales a la del mismo Casanova. El tío Oswald es «el mayor fornicador de todos los tiempos», afirma su sobrino y transcriptor de sus Diarios. Muy joven empieza a amasar su fabulosa fortuna: con polvo de escarabajo sudanés inventa unas píldoras de extraordinarias virtudes afrodisíacas, funda un «banco de esperma» y, en compañía de la excitante Yasmin, parte en busca de celebridades, cuyo semen congelado será adquirido a precio de oro por acaudaladas clientas, ansiosas de tener retoños con pedigree. En este peculiar safari, las aventuras picarescas, a veces escabrosas, otras delirantes, se suceden a un ritmo trepidante. Yasmin, armada con las infalibles píldoras, seduce a Stravinski, Renoir, Picasso, Nijinski, Joyce, Freud, Einstein, Conan Doyle, Proust y una apreciable colección de testas coronadas.