NIÑO QUE QUISO SER EXCREMENTO EL
ABREU JUAN
Abreu parte de una graciosa anécdota escatológica para plantear una reflexión seria. Una clase de ciencias naturales al aire libre se convierte en una broma pesada cuando la profesora invita a sus alumnos a representar cada uno de los elementos del ecosistema. ¿Y quién hará de excremento?
El ciclo de la vida no conoce de la discriminación ni el desprecio porque, hasta la forma más baja es necesaria y cumple su función. Una enseñanza que se puede aplicar al entorno cotidiano sin problemas.