OTRA DIMENSIÓN
MORALES, GRACE
¿Qué nos pasó realmente cuando cayeron las torres gemelas de Nueva York el 11S? Es decir, qué pasó en nuestras vidas. ¿Qué sucedió cuando de repente tuvimos, de manera más o menos masiva, acceso a Internet de banda ancha y entramos allí como elefantes en una cacharrería? ¿Cómo viviste tu primera vez en un chat, en un servicio de contactos y citas, en un grupo de internet lleno de desconocidos de ambos sexos? ¿Encontraste a tu alma gemela o, al menos, un rollete cibernético? ¿Llegaste hasta la relación 3D? ¿Fuiste empujado por las circunstancias, por la soledad, por la precariedad sentimental?
En la primera novela de Grace Morales (impulsora y pieza fundamental del fanzine Mondo Brutto), nos vamos a encontrar con ese tipo de interrogantes a todo lo largo de sus páginas. Cuestiones del hoy que parecen del ayer y viceversa. Remezones en nuestra visión del mundo que sucedieron en el último telediario, como quien dice, que nos han hecho lo que somos aquí y ahora. Aquel momento, nada lejano, en que comenzamos a perder la ingenuidad. Aquel invadir masivamente los espacios de contacto y relación en la red (y sin Facebook). En esta novela de sentimientos modernos, Grace Morales da forma al fin a una vieja idea de ficción y, tras el esfuerzo, el resultado es notable.
Sitúa a una serie de personajes entrelazados por lugar laboral, tiempo y circunstancias, y muy poco por intereses, que sin saberlo van a verse apelmazados en otros espacios, de esos que el vulgo llama virtuales (Internet, redes) y que no son menos reales que nuestro mundo cotidiano, de miserias, de precariedades, de síntomas y de ansia amorosa. Porque sí. La novela de Grace Morales, que arranca en el día 11 de septiembre de 2001, bien podría considerarse una novela de amor o, al menos, una del género sentimental: si obviamos las referencias a chats y páginas de contactos, podría haberse situado en el siglo XVIII y funcionar igual. Ellos, coro de personajes tragicómicos, no saben lo que quieren y ellas aún menos. Pero qué casualidad, colapsan. Digo, contactan. En el transcurso, aunque algunas páginas y diálogos cuesten un poco seguirlos, lector y lectora se encariñan con estos personajes algo cojos en el corazón y, sobre todo, se van a sentir terriblemente identificados por su hambre, su torpeza o su afán obsesivo. Esa "otra dimensión" no está muy lejos de la nuestra y te lo hace pasar pipa. Una de las novelas de la temporada, ya.