PIKARA MONOGRÁFICO: PLACERES (Y) FRIKIS
Cuando June Fernández me propuso escribir un reportaje sobre placeres culpables para el monográfico de Placeres [y] frikis no estaba muy convencida. No me gusta el término culpa, menos el de placer culpable. Pero dije que sí porque una es comprometida y sabe que si escribe ahorra gastos de colaboraciones y Pikara Magazine es precaria y sobrevive, pero chica, suscríbete.
Para darme una idea sobre cómo empezar, lancé la pregunta al aire en Instagram, ¿tenéis algún placer culpable?. Y esperé a que el algoritmo fascistoide hiciera su magia. No la hizo. Lo cierto es que las respuestas fueron un poco sosas -gracias a todas las que participasteis, de verdad, no me dejéis de responder que mi oficio sin vosotras no es ni oficio ni es nada-. Algunas sí se mojaron más -gracias a la de los penes gordos y el porno, tú sabes quién eres y lo que me gusta que respondieras-, y otras ignoraron mi llamada a pesar de estar mencionadas en secreto -lo entiendo, confesarse en una red social es publicitar el pecado-. Pero en toda esa sosería yo encontré un placer bastante friki, el de ser confesora de las vergüenzas de otras, y me salió un artículo que, si no es de los más interesantes, sí es de los que más he disfrutado escribiendo. Algunas os abristeis como flores primaverales y otras me amenazasteis; pero, tranquilas, que una está bien educada y sabe que se dice el pecado pero no a quien peca. Por este placer de cura confesor lo cierto es que no siento culpa alguna, porque cotillear de forma profesional me parece una virtud. Y, estará feo que yo lo diga, pero ha quedado divertido.
¿No es el humor uno de los mejores placeres que hay?
¿Y no es el humor uno de los mejores placeres que hay? Por eso, mientras el mundo se cae con un apocalipsis diario sin terminar de acabarse nunca, nosotras queremos reírnos, sorprendernos y disfrutar un poco. Lo hacemos sin frivolidad. En este monográfico reivindicamos el placer del activismo y de lo comunitario. El escape identitario que suponen algunos frikismos, alejados del binarismo de género. Recordamos a los freaks de la tele con una lectura cuir-, hacemos un hueco crítico a la mística, nombramos guarrerías bizarras y hasta nos atamos las pelotas.
Solía pensar que el fetichismo hacía referencia a un deseo deshumanizante, pero la realidad es que se llama fetiche a cualquier deseo que se salga de la norma, dice Eire Pandemonium. Y nosotras no podemos estar más de acuerdo. Por eso, cuando nos reunimos para pensar en placeres, sin querer, nos fuimos hacia lo friki. Lo que nos gusta, lo que nos interesa, muchas veces se sale de la norma.
Con esta premisa hemos hecho el monográfico Placeres [y] frikis, copiando un poco la fórmula del corchete a las compañeras de la editorial Continta me tienes, porque todo lo bueno se pega. Y la cita de apertura que hemos elegido es esta misma de Pandemonium, porque describe los temas que recogemos. La portada, además, es una maravilla de Mamen Moureu que te va a encantar. Te dejamos por aquí el índice para que veas que hay de todo y lo compres ahora, que está recién hecho:
Placeres [y] frikis
¿Quiénes son les frikis? BERTA J. LUESMA.
Cyannide, los furrys y el fin de las grandes narrativas DIANA EGUÍA
Frikis buscan inspirar ENRIQUE APARICIO
La mística del fin de mes y otros divagues mágico-precarios MARÍA SANZ
La fanfiction me hizo gay NEL SANTACRUZ
El placer de hacer activismo EURIE CIERBIDE
Para volver al gozo es fundamental recuperar lo comunitario LUCÍA MBOMÍO
Guarreri´as bizarras y sexualidades inco´modas JULIA AMIGO
La primera vez que alguien me pidió que le atara las pelotas me pareció una fantasía JUNE FERNÁNDEZ
Una habitación propia con vistas fantásticas MARTA PLAZA
Plazerak gorputzak, espazioak eta harremanak eraldatzen ditu GARAZI BASTERRETXEA
Confesiones TERESA VILLAVERDE
