PIXIES
DOOLITTLE
SISARIO, BEN
Ben Sisario, periodista colaborador habitual de Rolling Stone, New York Magazine, etc., se sumerge en el universo de Doolittle entrevistando a los miembros de Pixies. A través de su análisis, este monolítico epítome del rock alternativo se revela en una nueva, rica y matizada dimensión. Conocemos las historias detrás de sus letras (mitos bíblicos, sexo, bizarrismo y violencia) en toda su exótica esencia.
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Ben, que entrevistó a Black Francis, entre otros, para la edición original de este libro, en inglés en 2006, recoge algunas anécdotas, hoy inverosímiles, de la grabación del álbum, como la negativa del grupo a incluir nada menos que Debaser porque no les gustaba el juego de guitarras de los últimos 50 segundos; o la aversión abierta que habían tenido desde siempre hacia Here Comes Your Man, un viejo tema que ni sabían dónde encajar y se negaron a tocar de manera sistemática.
En un tiempo en que es necesario recordar al público que un disco puede ser una obra de arte digna de ser analizada y no un conjunto de mp3 que enviar a la papelera de reciclaje a los quince días de ser descubierto, un trabajo como el de esta editorial es un motor indispensable. Se dedica más de un tercio de este libro a analizar Doolittle canción por canción, pasando por la influencia del sonido Pixies en el grunge por su contraste entre bajo, batería y voz en las estrofas y guitarras en el estribillo, la función en el disco de necesarios divertimentos como Crackity Jones o la paródica La La Love You o hasta cuáles son las vocales preferidas del grupo.
( reseña de www.jenesaispop.com )
Doolittle está, por un lado, entre los discos de pop más violentos jamás grabados, si no en número de víctimas, sí en la desolación de sus calamidades. Incluye violaciones, mutilación de ojos, vampirismo, asfixia, embadurnamiento de toneladas de basura y el caos de un tiroteo a ciegas; cuando se pronuncian las palabras mágicas, todo el mundo muere aplastado. Cuando no habla de matar o mutilar, el disco gira hacia un aborrecimiento sexual depravado y visiones apocalípticas. Y aún así, incluso con sus alaridos y sus tempestades, es uno de los discos más melódicos y adorables dentro del rock alternativo, y Thompson (o Black Francis o Frank Black) ha pasado buena parte de dos décadas insistiendo a los periodistas que no hay un significado real a todo ese horror y ese pánico, que las letras son sólo palabras que encajan bien: No hay ninguna intención, dice. La intención es sentirlo, disfrutarlo, que entretenga. Pixies han tenido una carrera distinta a la de cualquier otro grupo de rock alternativo, desapareciendo sin ser la nueva gran sensación, convirtiéndose en dioses ausentes. Doolittle es la personificación