PROCESOS DE SUBJETIVACIÓN Y MOVIMIENTO FEMINSTA
GÓMEZ SÁNCHEZ, LUCÍA
La tesis pretende llevar a cabo un abordaje de la subjetividad desde un punto de vista político frente a la concepción de una identidad ahistórica, autónoma y privada que prevalece en el campo disciplinar en el que este trabajo se inscribe: la Psicología Social. Para ello, adoptando una perspectiva transdisciplinar, se utilizan las investigaciones de dos de los autores que han combatido con mayor radicalidad la idea de una identidad naturalizada: Michel Foucault y Pierre Bourdieu.
En la Primera Parte presentaremos las herramientas teóricas y metodológicas que nos permitan un abordaje político e histórico de la identidad deshaciendo y deshaciendonos de la dicotomía individuo/sociedad. Con el fin de responder al interrogante ¿Quiénes somos hoy? describiremos, en primer lugar, las sociedades disciplinarias, nuestro pasado inmediato. En segundo lugar, las sociedades de control que están sustituyendo, en el presente, a las disciplinarias. Tanto las sociedades disciplinarias como las sociedades de control se singularizan por la particular configuración del poder que materializan, es decir, por constituir racionalidades de gobierno que producen subjetividades diferentes y requieren determinados saberes. Ello nos permitirá tanto un análisis crítico de la subjetividad como un análisis crítico del papel que juegan las disciplinas psicológicas (saberes) en cada una de ellas. Desde estas premisas, el modo de entender el conocimiento psicológico se transforma radicalmente. Y desde ellas, desde lo que hemos denominado una imagen postestructuralista del conocimiento que nos permita hacer visibles las relaciones entre individuo, sociedad y conocimiento o en términos foucaultianos entre subjetividad, poder y saber examinaremos otros modos de pensar y hacer Psicología Social.
En la Segunda Parte continuaremos y matizaremos nuestra reflexión sobre la constitución política de la subjetividad poniendo en cuestión la dicotomía agente/estructura y nos desplazaremos del ámbito de las racionalidades de gobierno al ámbito de la resistencia de los individuos hacia determinadas prácticas de saber y poder que los configuran, al hilo de la cuestión ¿Cómo dejar de ser eso que somos? Para ello, nos acercaremos al espacio de los movimientos sociales enfatizando la importancia que éstos conceden a la creación de nuevas identidades colectivas. Los movimientos sociales constituyen una fuerza de transformación del orden de las cosas presentado como obvio y natural y, por ello, son utilizados por Foucault y por otros autores como observatorio para, desde ahí, continuar problematizando, a partir de las alteraciones en curso en nuestras sociedades, la capacidad de acción de los individuos. Sin embargo, daremos un paso más y sin renunciar a una perspectiva de análisis foucaultiana, muy ligada a la filosofía política post 68, iniciaremos un recorrido a través de los distintos análisis que diversos autores realizan sobre los movimientos sociales y políticos actuales. Recorrido que nos acercará a la obra de Pierre Bourdieu donde encontraremos elementos teóricos que nos permitirán analizar la dinámica de la lucha política en el nuevo escenario que dibuja la reorganización política, económica y social del presente. Asimismo, el campo de investigación centrado en los movimientos sociales nos permitirá una revisión de conceptos tales como Estado y sociedad civil, público y privado, expresivo o instrumental. Polarizaciones que, en nuestro presente, pierden consistencia y marcan con su crisis una transformación de su universo conceptual. Por otro lado, el esfuerzo dirigido a que la Psicología Social se desplace desde una concepción de sí misma como ciencia positiva hacia posiciones críticas requerirá no sólo deconstruir otras imágenes del conocimiento sino intentar construir una forma alternativa de entender la disciplina, redefinir el conocimiento psicosocial a partir una perspectiva postestructuralista. De este modo, pasamos de la apuesta por la reflexividad a defender la posibilidad de que la Psicología Social sea un instrumento que contribuya a la crítica y a la transformación del presente (crítica sociocultural) o en términos foucaultianos, que la Psicología Social se oriente hacia la articulación de otra política de la verdad.
Por último, en la Tercera Parte, tomando como referente el movimiento feminista nos proponemos utilizar los conceptos que hemos ido presentado para abordar la dimensión política de la identidad. Pretendemos, así, enlazar o vincular el análisis histórico de las relaciones de poder con los movimientos, las críticas y las experiencias que los ponen en cuestión en la práctica. El feminismo considera que la identidad es una cuestión política y, al mismo tiempo, hace política con la identidad. Por ello, constituye un espacio privilegiado para hacer funcionar y, de esta manera, probar su potencia teórica- conceptos como subjetivación, poder, resistencia, violencia simbólica o luchas simbólicas. El movimiento feminista no constituye un espacio homogéneo. Al contrario, en el feminismo coexisten diferentes propuestas sobre los objetivos y las estrategias de acción política. Así, nuestro análisis tomará como objeto una parte del feminismo italiano, el movimiento político de mujeres articulado en torno al pensamiento de la diferencia sexual. Y un período concreto, la década de los ochenta. En este período, en el contexto italiano y particularmente, en el movimiento elegido, se materializan, de alguna manera, las nuevas reglas de juego político que inauguró el 68, lo que nos permitirá valorar los efectos, logros, límites y contradicciones de una política microfísica y anti-institucional.
En este trayecto, además de las investigaciones foucaultianas, nos acercaremos a otros autores que o bien han proseguido los itinerarios que Foucault abrió o nos permiten abordar, desde otras perspectivas, una concepción política e histórica de la identidad. De este modo, utilizaremos los análisis de autores cercanos a su espacio teórico como Gilles Deleuze y Pierre Bourdieu; autores que han continuado su pensamiento desarrollando determinados conceptos, como el grupo de los anglofoucaultianos, Nicolas Rose, en particular; autores que reflexionan sobre aspectos del presente que él no llegó a enfrentar como Zygmunt Bauman y Ulrich Beck; autores que nos permiten, convergiendo o no con sus posiciones, conectarlo con determinadas preocupaciones del ámbito disciplinar de la Psicología Social y de las ciencias Sociales como Tomás Ibáñez, J.L. Beauvois, Edward Sampson o Jesús Ibáñez y autoras como Donna Haraway o Rosi Braidotti que, desde el feminismo, cuestionan la supuesta solidez del sujeto moderno.
Finalmente, únicamente señalar, que este trabajo, de acuerdo con la perspectiva histórica que defiende, se hace cargo y recoge las críticas a las propias herramientas de la crítica. La progresiva consolidación de las racionalidades políticas neoliberales obligan a una tarea reflexiva sobre discursos críticos