PROHIBIDO RECORDAR
JOSU MARTINEZ - TXABER LARREATEGI
Entre 1937 y 1944 los fascistas convirtieron el balneario de Saturraran de Mutriku en una cárcel de mujeres. Por allí pasaron más de 4.000 presas políticas, de las cuales 108 murieron (junto con 48 de sus niños) por los malos tratos infringidos a manos de las monjas mercedarias encargadas del penal. Enfermedades, hambre, torturas, castigos, humillaciones, abusos sexuales y robo de hijos: un muestrario del horror para doblegar a las vencidas.