SI LOS MUERTOS NO RESUCITAN
KERR PHILIP
Un año después de abandonar la Kripo, la Policía Criminal alemana, Bernie Gunther trabaja en el Hotel Adlon, en donde se aloja la periodista norteamericana Noreen Charalambides, que ha llegado a Berlín para investigar el creciente fervor antijudío y la sospechosa designación de la ciudad como sede de los Juegos Olímpicos de 1936. Noreen y Gunther se aliarán dentro y fuera de la cama seguirle la pista a una trama que une las altas esferas del nazismo con el crimen organizado estadounidense. Un chantaje, doble y calculado, les hará renunciar a destapar la miseria y los asesinatos, pero no al amor.
Sin embargo, Noreen es obligada a volver a Estados Unidos, y Gunther ve cómo, otra vez, una mujer se pierde en las sombras. Hasta que veinte años después, ambos se reencuentran en la insurgente Habana de Batista. Pero los fantasmas nunca viajan solos. Cínico y malencarado, pero honesto y sensible, Bernie Gunther regresa tras la trilogía Berlin Noir (Violetas de Marzo, Pálido criminal y Réquiem alemán), ampliada posteriormente con Unos por otros y La llama misteriosa. Con Si los muertos no resucitan ha obtenido III Premio Internacional de novela Negra RBA.
Gunther tiene la claridad moral para ver a través de la decepción y la hipocresía de amigos y enemigos. Es el tipo de héroe más adecuado para su tiempo
y el nuestro.
Marilyn Stasio, The New York Times
A Bernie Gunther le vemos hacer y decir cosas inolvidables. Porque Gunther es quizás el más chandleriano de los detectives de la narrativa actual, sólo que él se mueve por la Alemania de Hitler,
Lilian Neuman, La Vanguardia
Un año después de abandonar la Policía Criminal alemana, Bernie Gunther trabaja en el Hotel Adlon, en donde se aloja la periodista norteamericana Noreen Charalambides, que ha llegado a Berlín para investigar el creciente fervor antijudío y la sospechosa designación de la ciudad como sede de los Juegos Olímpicos de 1936. Noreen y Gunther se aliarán dentro y fuera de la cama para seguirle la pista a una trama que une las altas esferas del nazismo con el crimen organizado estadounidense. Noreen es obligada a volver a Estados Unidos, y Gunther ve cómo, otra vez, una mujer se pierde en las sombras. Hasta que veinte años después, ambos se reencuentran en la insurgente Habana de Batista. Pero los fantasmas nunca viajan solos.