TEMPORADA DE GALERNAS
LÓPEZ VALLEJO, PILAR
En un rincón de la costa vasca, el día de Todos los Santos de 1935, delante de la tumba de su padre fallecido en la última galerna, Lucía no puede rezar, sus ojos escapan de la lápida al mar, al cielo, a la cercana torre del observatorio donde trabaja la gente que sabe del tiempo... Por culpa de esa mirada distraída, la sencilla vida de Lucía dará un vuelco. A través de sus ojos, desconfiados al principio, intrigados más tarde y finalmente maravillados, iremos descubriendo todo lo que encierra y también lo que rodea al edificio de los hombres del tiempo. La vida de las gentes de Igeldo, sus secretos, sus anhelos, sus pequeñas historias se irán desvelando según pasen los meses y los tiempos normales vayan tocando a su fin. Así, junto con Lucía, irán apareciendo el padre, el hermano, la tía...; comenzará a salir a la luz la historia de la familia con una narración que avanza y retrocede, recogiendo escenas, recuerdos. Veremos esa época que precedió a la guerra desde el punto de vista de la gente que vivía de su caserío, aislada de la política, preocupada solo por sacar adelante a los suyos. Su mundo estaba a punto de desmoronarse y después de aquel verano ya nada volvería a ser igual en Igeldo. La autora, Mª Pilar López Vallejo, trabaja como observadora de meteorología en el Observatorio Meteorológico y Marítimo de Igeldo en Donostia. Con esta historia quiere dar a conocer las peculiaridades del clima de la costa vasca, los fenómenos más típicos de la zona, cómo se miden las variables meteorológicas y, sobre todo, contar la historia del observatorio, la cual se remonta a principios del siglo pasado. El edificio, con la fachada algo más desconchada y alguna teja de menos, permanece inalterable como si las galernas, la guerra y los tiempos de dejadez y olvido no le hubieran hecho mella. Igueldo, o Igeldo en euskera, es un museo vivo de la meteorología situado en un paraje espectacular, con el mar Cantábrico al norte y un paisaje de montes, huertas y caseríos al sur. Su historia la conoceremos a través de Lucía, una joven de Igeldo que acaba de perder a su padre en la mar y debe ponerse a trabajar en el observatorio como limpiadora. Con ella recorreremos no solo la torre y sus aparatos, sino que caminaremos por Igeldo, con un ojo puesto en la veleta y otro en la mar, entraremos en los caseríos, miraremos dentro de las cazuelas que humean en la cocina, andaremos por los caminos entre las huertas, bajaremos a Donosti y pasearemos por La Concha viviremos con ella esos meses, los últimos antes de que la guerra lo cambiara todo.