TESTAMENTO DE UN CURA ATEO
JEAN MESLIER
No existe secta particular de religión que no presuma de estar fundada en la autoridad de Dios y por completo exenta de los errores e imposturas que en las demás se encuentran. A los que pretenden establecer la verdad de su secta toca demostrar que ésta es de institución divina, por medio de pruebas y testimonios claros y convincentes, sin lo cual es preciso admitir como cierto que no es sino invención humana, llena de errores y engaños; pues no es creíble que un Dios Todopoderoso e infinitamente bueno haya querido dar órdenes y leyes a los hombres, y que éstas no lleven un sello más auténtico y verdadero que las de cualquier impostor de los que tanto abundan. No hay, sin embargo, ningún cristiano, de cualquier secta que sea, que pueda patentizar con pruebas claras que su religión es de institución divina y lo demuestra el hecho de que al cabo de tantos siglos de discusión sobre el asunto, hasta recurriendo al hierro y al fuego como argumentos en pro de sus diferentes opiniones, no hay todavía entre ellos partido alguno que haya podido convencer y persuadir a los demás con testimonios verdaderos.