ARRÒS NEGRE FANZINE 3
VV. AA.
Publicación semestral, intransigente y macarra de buena familia. Humor serio. Disparate antropológico, surreal y catódico. Tubo fluorescente de alto voltaje que sin idiosincrasia ni consulados posmodernos tiene la pretensión de no tener pretensión. Como plataforma no artística, sino expresiva, diurna, y rockanrolera. Referentes culturales de la década pasada y la siguiente, nunca la actual, sin temporalidad, objeto de colección risueño, sutil y bandarra. Aquella que salta por los balcones sobre las notas de un saxofón sofocado en una noche caliente. Jazz & Swing, la elegancia rockera de Jim Jarmusch, Tom Waits o John Lurie, mezclada con esa pasión por el trabajo, y por la continuidad de una carrera de autos locos, dónde ideas, mecenas y artistas quizá se encuentren; quizá en una terraza, quizá en un excusado. Ni hoguera de las vanidades ni underground de latex y química. Aquí se sirve el ron, sólo y con hielo, on the rocks. The Centurians, y los Tihuya Cats en el estereofóno de la habitación. Rhythm & Blues, gruñidos en la ciudad. Sin queja ni agonía. Ganas de lentejas. Paella de leña. El alma del arroz en un universo de No-sutilezas remotas. Hecho grano a grano, como confesiones de un barman en una nochevieja, charla de café y cigarrillos. En esta revista se fuma, y no hay lugar para las payasadas de última generación. Que sea un lugar de encuentro es un tópico que aquí no se verá, la participación es gratuita, y desinteresada, pero los beneficios se reparten entre los socios: visibilidad, reconocimiento, palmaditas en la espalda y una cerveza en cualquier terraza.
El proyecto es humilde, de clase decididamente obrera y orgullosa. Nos sobran chovinismos y delicadeza, por eso no las queremos, lo uno porque no somos lo mejor de lo mejor, y lo otro, porque se sobrevalora lo naïf en un mundo bruto, o que entendemos, debiera ser gutural, ronco y ensordecedor. Como siempre ocurre en estos casos, la invisibilidad va de la mano de estas sutilezas. ¿Ruido? sí, pero sin distorsión, un altavoz potente y firme, con un sonido Tijuana claro, preciso y cáustico.
Arrós Negre es de Valencia, y para cocinarlo sólo hace falta paciencia y no tener sentido del ridículo. Queremos que el resultado de cada colaborador, cada constructor, resulte de su capacidad para plasmar gráficamente su modo de ver la vida, sin banalidades ni ejercicios de auto masturbación publicitaria. Lo feo nos gusta, nos gusta si es contundente y si cuenta cosas, cosas del dibujante, de la persona, de su mundo. Entonces, las premisas para la publicación vienen dadas por un cabeza de turco, a modo de editores, objeto de burlas, resquemores y odios más originales, que velan por nuestra inseguridad y por que demos forma a la materia gris, que rompamos vísceras y órganos a fin de vomitar sobre el papel una imagen sesudamente irreverente, fresca, con gracia y disonancia: la expresión natural de un tueste 100%, en el granero de la cabeza pensante del dibujante/diseñador. Las obras serán encargos, se deben aceptar unas condiciones, y respetar unos tiempos. Esto no será el problema, la cuestión es ponerlo difícil, para fomentar la integridad del conjunto, para que el acabado final de la publicación sea lo más parecido entre sí para generar esa variedad. Porque todos nos parecemos a todos, eso es una verdad que me he inventado yo, y que tiene tanto valor como el calcetín de otro. Pero viene al caso, para poder exponer una teoría que ni es mía ni es nueva: los obstáculos nos sirven para saltarlos. Y si podemos saltar unas cuantas barreras del sonido y de la imagen, pues esto que nos ganamos a nosotros mismos. Pues la competitividad del modelo de negocios actual está mal enfocado en cuanto a que existen otros; quizá la competencia más desleal, ruin, burlona y asfixiante viene de nosotros. Esto es muy zen, cosa que Arrós Negre no es. Pero como no tenemos ningún tipo de escrúpulos y tampoco es que pensemos en los demás, pues ahí lo soltamos y bien está lo que bien acaba. Y por decir más cosas que orienten al consumidor y al mecanismo de la publicación, baste decir algunas cosas que vamos a tener en cuenta y que conviene tomar medio en serio, medio en broma:
Arrós Negre es:
- Negra, pero con color. No el de los grises. El puro.
- Como si la conociéramos de toda la vida. Ni es extraña ni la extrañamos.
- Es luminosa, ni está atormentada ni es fatalista.
- Rica (en sabor)
- Es reposada (media hora antes de comer)
- Es adulta
- profesional
- un regalo
- un recuerdo, souvenir.
- es entretenida
- Rockabilly
- de lHorta
- Made in Spain
- del Cosmos y de la maceta del balcón
- Café & Cigarrillos
- Habladora, contenta
- Sencilla
- Humilde
- Jazzera, guitarrera, armónica
- Jimmy Glass & Christopher Lee
- Cinéfila
- detallista, que se fija en
- lectora, sin best-seller
- coleccionable,
- medios fondos
- motera (no de Vespa)
- dibujo, boceto, apunte, croquis, servilleta
- Idea (ni maravillosa ni genial), simplemente Idea
- ¡qué cabrón! Lo ha vuelto a hacer.
- Cosmopolitaprovinciana
- Honrada
- Para pasarlo bien,
- para leer en la cama
- variopinta
- Sin Identidad Corporativa, ni es personal ni es Corporación
- Una tipógrafa
- Muchas letras
- Poco Ruido, muchas nueces.
- Woody Allen & Les Luthiers
- ¡Viva Zapata!
Arrós Negre NO es:
- Light, descafeinado, 0%
- Burdo ni basto.
- Tetas, culo, pedo, pis
- Humor chanante
- Oscura, trascendental
- Bohemia
- Ultramoderna
- Discotecas, ni cubatas a 9
- Fanzine de fotocopias y grapas
- Brutal (tampoco delicada)
- Sesuda, intelectual
- Norte-Europa, ni Norte-América
- Rapaz, peligrosa ni carroñera
- No es sevillanas ni ballet
- Best-Seller
- Portafolio
- crítica rabiosa
- Inflación palabraria
- elitista, excluyente, rancia burguesía
- Técnica, incomprensible
- Infantil, juvenil
- Tecnológica
- Polaroid, moderneo
- Puticlub Visual
- Cuadrada, inamovible, organizativa, sectaria ni de caja ALTA
- Verborrea
- Rebaño
- Guay
- Marketing, Target ni Low Cost
- Digital